Con casi tres mil farmacias comunitarias, el sector farmacéutico en Portugal es uno de los modelos de referencia dentro del marco de la asistencia europea. Muy similar al sistema de salud español, el paradigma portugués ha sabido afrontar los efectos de la crisis con medidas de excepción, como la reducción de las áreas mínimas obligatorias de las oficinas. De los retos de futuro, así como las principales características de la farmacia portuguesa, indica Helder Mota Filipe, vocal del Consejo Directivo de la Autoridade Nacional do Medicamento e dos Productos de Saúde (INFARMED, I.P.).

El valor del medicamento

Los productos complementarios al fármaco tradicional están experimentando un crecimiento exponencial en los últimos años, lo que explica la especialización de los profesionales y la creación de nuevas leyes que regulen el sector. “Actualmente, estamos viviendo un incremento importante de productos relacionados con la cosmética, la perfumería y los suplementos alimenticios. Se trata de un mercado por explotar que puede traer grandes beneficios al negocio y al mismo tiempo contribuir con la solvencia de las farmacias”, añade el vocal del Consejo Directivo de INFARMED.