Según el Sir Michael Houghton, ganador del Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1989 por su descubrimiento del virus de la hepatitis C (VHC), la vacuna contra la hepatitis C podría estar lista para su administración en pacientes en un período no superior a cinco años.

Cada año se producen hasta 2 millones de nuevas infecciones por el VHC en todo el mundo, y se estima que hay 70 millones de portadores del virus, la mayoría de los cuales no son diagnosticados. Asimismo, se han contabilizado unas 400.000 muertes al año por este virus y muchos otros han desarrollado enfermedades como cirrosis hepática y cáncer de hígado.

"Si bien la llegada de los antivirales de acción directa para curar la hepatitis C nos ha proporcionado un arma enorme para cambiar el rumbo de esta pandemia, no hay duda de que se requiere una vacuna para ayudar al mundo a reducir la nueva hepatitis C en un 90 % y tasas de mortalidad en un 65 % para 2030", ha señalado Houghton.

Este investigador y su equipo continúan desarrollando actualmente una vacuna recombinante con adyuvante, que se espera que induzca la producción de anticuerpos contra múltiples epítopos de neutralización cruzada, lo que puede dificultar que el virus escape de la respuesta inmune humoral.

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