“Tenemos motivos para asegurar que el modelo farmacia-distribución español es imbatible”, ha asegurado Carlos Varela, consejero de Cofares, durante un foro en el Ateneo de Madrid sobre el papel esencial del binomio inseparable que forman la farmacia y la distribución farmacéutica, y que ha encontrado su máxima expresión desde que empezó la pandemia hace justo un año.

Y es que, tras el estallido de la pandemia, la farmacia comunitaria y su distribución han desarrollado una labor encomiable. De hecho, los establecimientos farmacéuticos se han consolidado como el primer centro sanitario, y el más accesible, de atención a los pacientes. Un espacio seguro, a pie de calle y en un amplio horario, al que toda persona que lo ha necesitado ha podido acceder a sus fármacos y productos de salud con total garantía, a la vez que ha encontrado respuesta ante dolencias menores o dudas surgidas sobre su tratamiento.

En palabras de Carlos Varela: “Hemos sabido responder de forma exitosa a la demanda de fármacos entre ciudadanos y hospitales -que llegó a incrementarse un 30 % en los primeros compases de la crisis-, y a las prescripciones adelantadas al principio del confinamiento, una práctica extendida entre la mayoría de las Comunidades Autónomas, con el objetivo de evitar desplazamientos innecesarios de la población”.

Además, el consejero de Cofares ha destacado durante su intervención que la eficacia de la distribución farmacéutica sigue permitiendo el acceso a los test de diagnóstico, que, junto con la vacunación, son hoy por hoy las únicas herramientas de prevención para detener el avance de la Covid-19.

Elaboración propia