La Universidad de Tel Aviv ha desarrollado una nueva tecnología para recuperar la perdida de sensibilidad y del sentido del tacto. El diseño consta de un pequeño sensor que se implanta en el nervio de la extremidad lesionada o cualquier parte del cuerpo y, cada vez que esa parte toque un objeto, lanza una corriente eléctrica al nervio en funcionamiento, que recrea la sensación del tacto.

Para hallar esto, el grupo de investigadores ha utilizado una tecnología puntera llamada nanogenerador triboeléctrico TENG para diseñar y probar en modelos animales un pequeño sensor que restaura la sensación táctil, a través de una corriente eléctrica que proviene directamente de un nervio sano y no requiere un proceso de implantación o carga complejos.

Asimismo, este desarrollo único no requiere una intervención externa de energía como electricidad o baterías. Los científicos han explicado que el sensor en realidad funciona con la fuerza de fricción. En este sentido, cada vez que el dispositivo detecta fricción, se carga a sí mismo, ya que consta de dos placas diminutas que entran en contacto entre sí.
 

Con Salud