El aislamiento, la cuarentena, el distanciamiento físico y el rastreo de los contactos de los pacientes que han dado positivo en coronavirus reducen entre un 47 y un 64 % la transmisión del Covid-19. Así lo ha confirmado un estudio, publicado recientemente en The Lancet.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores han evaluado a 40.000 ciudadanos, los patrones de contacto y su posible relación con el Covid-19 según el entorno. Además, han combinado patrones de distanciamiento físico, rastreo y pruebas a las que habían sido sometidos los mismos.

En concreto, la mayor efectividad se encuentra en el autoaislamiento. De esta forma, los investigadores han determinado que se podría controlar hasta el 64 % de la transmisión de la enfermedad que nació en Wuhan. Por otro lado, los datos han señalado que las pruebas aleatorias en masa reducirían hasta un 5 % la probabilidad de transmisión.

Asimismo, el estudio ha determinado que "las estrategias combinadas de aislamiento y rastreo reducirían la transmisión más que las pruebas en masa o el autoaislamiento solo".